El verano tocaba a su fin, las incesantes actividades culturales y de ocio veraniegas ya se habían despedido hasta el próximo año, las interminables salidas de cervecillas en el "bar de Paquito" y en el restaurante Rincón al fresquito de la noche, daban paso al recogimiento más casero y otoñal. Pero todavía quedaba una última carta por jugar, el viaje del pueblo. Como todos los años es tradición, los habitantes de Almócita visitan durante varios días algún lugar de la geografía española, y si la pasada edición fue Galicia, en esta ocasión, el turno sería para otra preciosa comunidad norteña, Asturias. Así, los vecinos interesados en conocer tierras asturianas tuvieron una oportunidad de bajo coste para hacerlo, era el momento de despedirse durante unos días de nuestro amable y tranquilo pueblo, para ser acogidos bajo el regazo de "Asturias: la patria querida". El viaje estaba perfectamente organizado, con un recorrido planeado por las zonas más emblemáticas y representativas de la comunidad. Algunas de las paradas más interesantes fueron: el pueblo de Tazones; pocas casas en una cala con un toque especial y mágico, Cangas de Onís, con su espectacular puente romano; las Cuevas de Covadonga, impresionantes formaciones geológicas de piedra que envuelven un asentamiento religioso (basílica, monasterio, ....); los lagos de Covadonga, vistas inmejorables y paisajes de ensueño; además de algunos pueblos y ciudades representativas y una pequeña escapada por los Picos de Europa. Naturalmente, la energía necesaria para tanto ajetreo fue perfectamente cubierta por el conjunto de tradiciones, recetas e ingredientes de la gastronomía Asturiana. En resumen, se puede decir que el viaje fue bastante interesante y entretenido, un disfrute para los vecinos de Almócita, especialmente para los más mayores, cuya cara reflejaba el interés y el bienestar por cada momento de experiencia vivida.